Reflexiones sobre la primaria y lo que viene ahora
Una mirada a lo bueno y malo del domingo con vista al futuro y el crítico mes de noviembre.
El día de ayer fue bastante importante para las expectativas de un cambio político en Venezuela. Tras más de un año de preparación, la Plataforma Unitaria Democrática logró organizar una primaria abierta y autogestionada para elegir su candidato presidencial. A partir de hoy, las cosas en el campo político cambian, escribí algunas reflexiones sobre lo que significó el domingo y sobre lo que podemos esperar ahora.
Las ganas de cambio
El domingo volví a Santa Rosa de Lima, en Caracas, para otra elección en Venezuela. Sólo había votado dos veces antes, en 2015 y 2021, pero he acompañado a mi familia por años. Recuerdo la ladilla de estar ahí, algunas veces hasta cuatro horas, sólo para depositar un par de votos más. Quienes me han leído aquí antes ya saben que mi opinión al respecto ha cambiado bastante. Ayer fui con más emoción que nunca y me alegré al ver a la gente que estaba en el centro, feliz de que tantas personas aún seguían motivados, aún dispuestos a contribuir en la construcción de un proyecto de cambio. Me puse más contento aún cuando vi que en mi centro no era nada comparado a las colas de Propatria, Puerto Píritu, La Candelaria y San Bernardino.
A pesar del palo de agua que atormentó la ciudad a lo largo del día de ayer, la gente seguía en las colas. La amenazas que enfrentaron los organizadores de la primaria en San Martín, San Bernardino, El Guaratao y muchos otros, no fueron suficientes para disuadirlos de continuar con la elección.
Al final de todo, se proyecta que votaron unas 2.3 millones de personas. Hay gente que saldrá a decir que es un fracaso, ellos siempre iban a decirlo, sin importar cuánta gente votaba. Verán algunos en redes sociales diciendo que eso es solo “un pedazo pequeño” de la oposición, que hubiesen votado más personas con la participación del CNE, etc. No les paren. En el contexto venezolano, con más de veinte años de dominancia chavista, con la erosión de la democracia y la destrucción de los medios de comunicación independientes, 500.000 personas hubiesen sido un éxito.
Que millones de venezolanos sacrificaron sus domingos por una primaria opositora es sin duda un éxito.
El circo de Carlos Prosperi
Carlos Prosperi pasó todo el mes de octubre preparando el terreno para desconocer los resultados electorales de ayer. El 10 de octubre, Prosperi publicó un video quejándose de que no sabía donde votar algo que lleva rato repitiendo y que es una clara mentira como demostró Eugenio Martínez. El viernes, el candidato de Acción Democrática fue a Globovisión a quejarse de que aún no estaban asignados los miembros de mesa y a cuestionar el proceso. Luego, esa noche, su partido publicó un comunicado donde le reclamaban a la Comisión Nacional de Primaria que AD tenía menos miembros de mesa que Vente Venezuela, a pesar de que Vente había postulado más miembros que AD y en ningún lado dice que los números deben ser iguales ajuro.
Parecía que el mismo viernes veríamos el final de la candidatura de Prosperi pero este reiteró que participaría, mandando a los adecos a demostrar “de qué está hecha” aquella organización política en las elecciones del domingo. Hasta que llegó el domingo y a Prosperi se le filtró un video donde dice desconocer los resultados de la elección. Eso a las 3:30pm, faltando bastante para que se contasen los votos. Más allá de otra crítica al proceso publicada a las 10:43am, Prosperi no volvió a publicar en redes sociales el domingo, algo bastante raro para un candidato que, supuestamente, buscaba ganar la elección.
Al final, su propio partido empezó a desmarcarse de sus comentarios, con Prosperi aún guardando silencio.
Noviembre y lo que viene ahora
Ayer ganó María Corina Machado con el 93.13% de los votos en las primeras actas escrutadas que representan el 26.06% del voto total. Es bien obvio que el 26% no es la mayoría de las actas pero la tendencia hacia Machado es tan abrumadora que los precandidatos rápidamente la aceptaron como ganadora, bueno, menos Prosperi. No quiero hacer comparaciones tempranas con la primaria de 2012 pero, en aquella, el candidato con más votos fue Capriles con 1.9 millones para llevarse el 64.33% del total. De mantenerse la tendencia1 que vimos en el primer boletín de anoche, Machado ganaría la actual primaria con 2.1 millones de votos. Todo esto con menos cobertura de medios tradicionales, con un Registro Electoral Permanente bastante desactualizado, con muchos fuera del país y sin el CNE. El esfuerzo de la Comisión, de sus voluntarios, de los millones de venezolanos que votaron y de quienes, aún sin poder votar, acompañaron y asistieron en lo posible, es realmente admirable.
La victoria fue realmente aplastadora y debe llevar a los partidos más tradicionales como Acción Democrática y Primero Justicia a examinarse nuevamente y considerar las reformas internas que deben llevar, tras ser barridos a un lado de tal forma por Vente Venezuela. Voluntad Popular no debería escaparse de la crítica tampoco, puede que estén en el “equipo ganador” pero no deberíamos olvidar el desastre interno actual de aquel partido con la mayoría de sus líderes exiliados. Vente, también, debe recordar que queda un largo camino.
Machado sigue inhabilitada, una barrera real a su candidatura presidencial ya que, por más ilegal que sea, el CNE igual no la dejará inscribirse como candidata en 2024. Por esto es que noviembre es un mes tan crítico para las esperanzas de cambio en Venezuela.
El 18 de octubre el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dejó claro que, para el fin de noviembre, quieren ver un cronograma específico para el levantamiento de las inhabilitaciones que pesan sobre todos los candidatos, así como la liberación de todos los presos políticos y ciudadanos estadounidenses ilegalmente detenidos. El texto de la declaración también deja expresamente claro que si Venezuela fracasa en cumplir con estas exigencias, los pasos que EE.UU. ha tomado hasta ahora (el levantamiento de sanciones) serán revertidos.
El interés de Maduro en que las sanciones sean removidas (y permanezcan así) nos ha quedado más que claro a todos. Ahora, Estados Unidos ha permitido ciertas transacciones con la industria petrolera y gasífera local que llevará a un aumento considerable en los ingresos del gobiero, ingresos que necesitan de forma urgente en año electoral.
En noviembre veremos qué tan en serio van todos con los acuerdos que han sido firmados, públicos o privados. Si Maduro cumple con el cronograma de habilitaciones, veremos que el gobierno está bastante desesperado por fondos, tanto que arriesgan contribuir a la motivación electoral y de cambio en el país con la habilitación de Machado. Si Maduro incumple, más debilitará su credibilidad para acuerdos futuros, y además nos mostraría que genuinamente teme a Machado habilitada.
Pero lo más importante de todo lo sabremos al ver la reacción de Estados Unidos a un incumplimiento de Maduro. Si Maduro falla en cumplir su parte del trato y Estados Unidos no remueve la licencia otorgada entonces creo que el país está en problemas bastante más profundos de lo que pensábamos.
Mucho han hablado algunos sobre el daño que hacen las sanciones al pueblo venezolano, mientras ignoran el daño que hace este gobierno. La realidad es que las sanciones sirven como herramienta de negociación porque son lo que han logrado que Maduro vuelva a la mesa a hablar con la oposición. Por ello, la reimposición de las sanciones sería la primera herramienta ideal para que el gobierno de Caracas recapacite. Ya han demostrado que quieren el levantamiento de sanciones y han demostrado que están dispuestos a dar algo a cambio (más allá de la tinta firmada en Barbados, recordemos los presos políticos que han sido liberados).
Si Estados Unidos no reimpone las sanciones ante el incumplimiento de Maduro podríamos estar en el inicio de una nueva y preocupante relación entre ambos países. Una relación más parecida a la que tiene Estados Unidos con Arabia Saudita, una monarquía absoluta, que a la que muchos esperamos ver con una Venezuela democrática. La reacción de Washington nos demostrará qué tan comprometidos están con ayudar o qué tan ladillados están después de todos estos años.
Ojalá no tengamos que esperar su reacción porque veamos a Maduro cumplir con su parte pero creo que en Miraflores tienen planes de tantear a la administración Biden y ver cuánto peso real cargan sus palabras.
Tendencia que quizás no se mantenga, claro, queda por verse.