Movilizaciones, la campaña y las preguntas difíciles
Ya tenemos fecha de la elección presidencial y los líderes de la oposición tienen un par de preguntas difíciles por contestar.
Más de diez millones de personas votaron afirmativamente en el referendo por el futuro del Esequibo celebrado el pasado 3 de diciembre… según Elvis Amoroso, claro. En realidad, creo que todos vimos las fotos y videos en redes sociales que demuestran el miserable apoyo que tuvo la campaña nacionalista chavista. Desde entonces el gobierno ha estado bastante callado con el tema del Esequibo, dedicándose a lentamente expandir y mejorar instalaciones militares que se encuentran cerca de la frontera de facto entre ambas naciones.
Mientras que la disputa por el Esequibo puede tener bastante apoyo de parte de la población, aquel día (y desde entonces) quedó claro que las campañas chavistas no gozarían del mismo privilegio. Otro ejemplo de las dificultades del PSUV de movilizar su base lo vimos el pasado 23 de enero, día de irónica celebración por parte de la actual dictadura.
En aquella oportunidad, ambos el gobierno y la oposición organizaron concentraciones y marchas al mismo tiempo, ambas saliendo de lados distintos de la Plaza Francia en Altamira, Caracas. Yo trabajo al lado de esa plaza y, ese día, llegué a la “hora pico” de la concentración por estar encargándome de un asunto fuera de la oficina. Había cola, sí, pero en verdad llegué a la oficina sin problema y luego, pues, me fui sin problema tampoco. En verdad, más allá del ruido de los altavoces gritando eslóganes, no noté mucho la presencia de la gente.
Esto va con ambos, el gobierno y la oposición, aunque también hay que recordar que la convocatoria fue para un día laboral, quizás no la mejor idea si quieres llenar una calle de gente para alardear sobre tu fuerza política.
Dicho eso, la semana pasada se viralizó una encuesta de Datincorp donde Machado lidera la intención de voto para la próxima elección presidencial. El estudio de la consultora política reveló que el 55% de los encuestados votarían por María Corina Machado si las elecciones fuesen mañana. Claro, como todo lo que diga un consultor político que cobra por sus opiniones, es importante siempre tomar estos datos con un pelo de escepticismo, como comenta Eugenio Martínez, no tenemos forma de saber quién pagó la encuesta y existen otras dudas sobre su transparencia.
El gobierno sigue tratando de sacar gente a la calle en lo que sospecho es más un show de fuerza de la capacidad movilizadora de las estructuras del PSUV que un intento de pretender que existe apoyo popular real. El jueves pasado organizaron una marcha para conmemorar los 20 años de un discurso de Hugo Chávez. Obviamente la marcha no tiene nada que ver con eso, es mera excusa para poner a prueba esas estructuras del PSUV y al final terminamos pagando el precio todos.
Resulta que cerrar la autopista principal de Caracas por un día entero tiene consecuencias serias para la gente que quiere ir de un lado de la ciudad al otro. Pero bueno, ¿qué tal le fue al PSUV?
Admito que las fotos oficiales muestran una buena cantidad de personas pero debemos recordar que en esa multitud hay muchos empleados públicos que han sido ordenados a marchar por sus respectivos empleadores, en particular empleados de entes públicos que están ubicados cerca de la ruta que tomó la marcha.
Nunca es bueno medir el apoyo de un candidato por vía de la asistencia a sus eventos públicos, menos cuando muchos de los asistentes están obligados a ir! Así que no lo intentaré hacer acá pero sí creo que vale la pena comentar que los ángulos de las fotos son considerablemente cerrados. El PSUV no parece haber publicado ni una foto aérea desde un dron o la terraza de un edificio donde se muestre la calle entera llena.
¿Qué opinará el PSUV de estos resultados? Es difícil especular al respecto pero parece obvio que las movilizaciones públicas son la vía preferida del partido para practicar su capacidad para llevar gente a las urnas en la próxima elección. Justo ayer Maduro fue recibido en Los Teques en un evidente acto de campaña que, nuevamente, no parece haber resultado en una multitud grande.
A esta oleada de concentraciones públicas le sumamos la movilización de hoy 5 de marzo al Cuartel de la Montaña para conmemorar el onceavo aniversario desde la muerte de Hugo Chávez. No se qué tan bien le ha ido a este evento, el PSUV sigue publicando el mismo grupo de fotos tomadas en el Rincón del Taxista, en la Avenida Principal del Manicomio. Eso es pleno 23 de Enero, es decir, están ahí mismo al lado de su destino y las fotos no prometen mucho que digamos.
La oposición no se ha quedado sentada sobre sus manos en estos meses, Machado anuncio la activación de su Plan 600k, enfocado en formar redes de voluntarios para la defensa del voto, y ha estado de gira a lo largo del país asistiendo a eventos de campaña para motivar electores. Por tan bueno que sea todo esto, ya a estas alturas queda claro que el problema de Machado no es uno de popularidad, pero de posibilidad. Como dije más arriba, Machado sigue inhabilitada y— por los momentos— no he visto ni una propuesta realista de qué se hará para construir la presión necesaria para que Machado sea habilitada.
Sentarnos y desear que ocurra no hará que ocurra y volver a estrategias tradicionales como las protestas de calle corren el riesgo de caer en justamente lo que busca la narrativa belicosa del gobierno. Cualquier acto de violencia en las protestas sería utilizado por el gobierno como excusa para terminar de suspender los partidos políticos que hayan participado de una forma u otra en el evento. Quien sabe, no excluiría la posibilidad de que Maduro incluso suspenda las elecciones si tiene una oportunidad clara para hacerlo.
El tiempo apremia, hoy más que ayer ahora que tenemos elección fijada por el CNE. 28 de julio, el día del nacimiento de Hugo Chávez, dígame el nivel de confianza que llevan sin competencia seria. “Hoy renació el Comandante”, serán las palabras de Maduro tras su “victoria”.
Los partidos políticos tienen hasta el 25 de marzo para inscribir su candidato, 20 días, lo han hecho apurado porque quieren salir de esto lo más rápido posible para evitar que las cosas se les salgan de las manos. El trabajo de la oposición debe ser forzar ese mismo escenario, uno donde al gobierno se le escapa el control, así sea de forma momentánea. ¿Cómo lo hacen? Esa es la pregunta clave.
La oposición no tiene la fuerza necesaria para obligar al gobierno a hacer lo que ellos quieren que hagan pero sí tienen la posibilidad de poner al gobierno en una posición donde todas las opciones posibles son malas opciones. La forma más clara de lograr esto es yendo a votar y así obligando al gobierno a tomar un riesgo serio de perder el poder.
Pero, ¿votando por quién?
La popularidad de Machado es innegable, así que sospecho que esta es una pregunta que ella terminará contestando, tarde o temprano.