Recap: el 2023 para Venezuela
Un repaso por los eventos que marcaron el panorama político del año pasado.
¡Feliz año para todos!
Para comenzar un año que será tan crítico como el 2024 me gustaría darle otro vistazo al año saliente. El 2023, como cada año en Venezuela, fue otra montaña rusa política marcada por una creciente tendencia autocrática del régimen chavista pero, de vez en cuando, acentuada por algunas buenas señales por parte de la oposición nacional.
En lo personal, este fue el primer año que realmente tomé en serio este blog, escribiendo al menos dos veces al mes de forma consistente. A lo largo de todo el 2022 Perpetuamente llegó a tener 17 suscriptores, en 2023 ese número alcanzó los 730 que ahora leen semanalmente. A todos los que leen, comparten y se suscriben, sepan que estoy inmensamente agradecido con su apoyo.
Por cada mes del año anterior, he escogido un artículo que publiqué aquí en Perpetuamente para servir de ancla sobre los sucesos del momento. Abajo encontrarán enlaces a cada uno de los posts y breves comentarios míos sobre lo que escribí y lo que ocurría en el país ahora que tenemos un poco de distancia del momento y hemos adquirido mejor perspectiva.
Enero
El año pasado empezó como terminó el 2022, con protestas diarias de los maestros del país y otros sectores laborales públicos. Aquel enero, la oposición pudo ofrecer poco más que un post de Instagram mal redactado, habiendo llegado tarde al momento y conectando con los protagonistas de forma meramente superficial. Es curioso ver lo separada que estaba la oposición de la sociedad venezolana a principios del año, especialmente considerando la forma en que cerraríamos el 2023, aunque para cerrar la fecha haría falta aquella renovación de liderazgo que se organizó el 22 de octubre pero bueno, ya llegaremos a eso.
Si quiero resaltar una cosa en particular de enero es que la oposición andaba reaccionando al país, sin capacidad real de asentar una agenda propia y controlar la narrativa política. Desafortunadamente, creo que esa línea también aplica para diciembre pero no nos adelantemos aún.
Febrero
El 4 de febrero de 1992 representa el nacimiento de la religión oficial de Estado: el chavismo. La rebelión militar fallida de aquel año es el elemento fundacional de la leyenda de Hugo Chávez, leyenda cuyo legado parece ser a veces incómodo para el PSUV moderno. En este post de febrero escribí sobre cómo Maduro había progresivamente abandonado la retórica chavista clásica por un tema de conveniencia. Maduro necesitaba dinero y quería que se levantasen esas sanciones tan fastidiosas, entonces controlaba las apariencias para pretender que su Venezuela es distinta a la de Chávez. Este abandono del chavismo por el PSUV mientras se mantenían las formas del pasado iba a generar algo de discordia entre la base electoral del partido.
En el momento predije que Maduro mantendría su abandono de la retórica chavistoide por conveniencia, imaginé que este abandono sería permanente pero evidentemente me equivoqué. Me equivoqué en cuanto a la permanencia del abandono, más no la conveniencia política del mismo. Ciertamente hemos visto a Maduro volver a las amenazas militares de su predecesor, esto todo en referencia al Esequibo pero solo volvió a esta forma en respuesta a la primaria opositora y en medio del levantamiento de las sanciones sobre el sector petrolero. Maduro no es honesto con nadie, mucho menos con sus electores, todo es conveniencia.
Marzo
En marzo inició la purga interna chavista de aliados, allegados y enchufados que, supuestamente, eran los responsables del desfalco de PDVSA a lo largo de los últimos 20 años. Esta fue la última vez que alguien vió (públicamente) a Tareck El Aissami, caído de la gracia chavista y “víctima” de mayor perfil. En aquel artículo escribí sobre la paranoia de Maduro, atreviéndome a decir que el hombre tenía algún temor de ser reemplazado y por eso decidió tomar la decisión muy arriesgada de inyectarle tanta inestabilidad a su sistema cleptocrático, encarcelando a tantos colaboradores y acabando con sus negocios. Diez meses después, creo que aún no tenemos certeza de la razón real detrás de todo esto, el tiempo nos ofrecerá mayor perspectiva.
Abril
En abril, el gobierno de Maduro corrió a Juan Guaidó de Venezuela. Por todas las quejas y críticas que tengo de Guaidó y su “Interinato” hay una cosa que no creo que pueda ser cuestionada: el hombre arriegó su vida para enfrentar a este gente. Como dije, hay muchas críticas válidas del hombre pero algo que me pareció absurdo del momento fue cuántas personas guardaron silencio sobre su situación o, peor, llegaron a celebrarla.
No lo señalé en el momento pero lo pienso ahora volviendo a ver hacia el pasado, a Guaidó se le había acabado aquella protección de Estados Unidos que lo volvía intocable desde 2019, quizás era seña de la dirección en la que iban las cosas.
Mayo
En mayo escribí sobre el atractivo de María Corina Machado y las razones que la volvían una “opción fresca” para la primaria a pesar de que ella lleva toda su vida en la política nacional. En aquel post, escribí sobre la razón por la cuál yo prefería a Machado por encima de los demás candidatos, no por razones de afinidad ideológica sino porque la consideraba la más capacitada para levantar a la gente de la apatía electoral. Viendo los resultados de la primaria en octubre, vemos que aquella sospecha queda demostrada. Dicho eso, también escribí sobre las cosas que me preocupaban de ella, principalmente la dificultad de lograr mantener su marca personal y lo que la distingue como candidata mientras busca unificar a los demás partidos en un solo frente de lucha.
Junio
El úiltimo día de junio vino con la revelación de que Machado estaba inhabilitada políticamente, un obstáculo que muchos habían anticipado y que amenazaba con poner en peligro la unidad que existía entre precandidatos de la oposición. Ciertamente, esa acción del gobierno terminó fragmentando la coalición opositora, con candidatos como Carlos Prosperi llegando a acusar a Machado de irresponsable por seguir en campaña a pesar de la inhabilitación. Aún así, y a pesar de la persecución continua de gente como Luis Ratti y José Brito, la coalición opositora sobrevivió el desafío al respaldar a Machado tras su victoria. Bueno, con la excepción de Prosperi.
Julio
Ya yo había insistido varias veces en esto pero la renuncia de María Carolina Uzcátegui a la Comisión Nacional de Primaria en julio y, en especial, sus comentarios al respecto sirvieron para enfatizar el punto: las elecciones de 2024 se parecían mucho a 2018. Anteriormente, había escrito sobre las diferencias entre ambos momentos y la importancia de resaltarlas como parte de una estregia de motivación del voto pero a mediados de julio sentí que la oposición aún vagueaba en ese aspecto, desaprovechando una oportunidad clave para construir fuerzas. Ahora en 2024, aún siento que la oposición ha fracasado en explicar por qué es que este año es distinto a 2018, ojalá corrijan esta deficiencia pronto.
Agosto
Ya en agosto estaba cansado de las personas que pretenden que el sistema político de Venezuela es normal y que el verdadero problema son los que se quejan del gobierno. Aquí entra ese grupo de empresarios como Adán Celis y Ricardo Cusanno, políticos como Antonio Ecarri y Manuel Rosales o “analistas” como el grupete de Polianalítica, quienes prefieren venderle al país una imagen de normalidad sin intención real de alcanzar un cambio político concreto.
Todos los arrodillados que creen que podrán vivir en paz deben recordar que El Aissami también llegó a pensar lo mismo.
Septiembre
A mediados de septiembre se hablaba bastante de nombrar posibles herederos para los precandidatos inhabilitados como Machado y Henrique Capriles en caso de ser victoriosos en la primaria. Aquí escribí este post sobre las consecuencias de tener (y no tener) un plan sucesoral estructurado. Aún después de la primaria considero que los riesgos que señalé en septiembre siguen siendo vigentes.
Octubre
Tras la victoria de Machado en la primaria por un márgen absurdo que realmente nunca imaginé decidí dedicar este post a resaltar la importancia del mes siguiente: noviembre. Un mes importante donde veríamos qué tan en serio se toma Estados Unidos la recuperación de la democracia en Venezuela, algo de lo que dependen fuertemente las ambiciones presidenciales de Machado.
En aquel artículo escribí sobre la importancia del apoyo de EE.UU. para lograr la habilitación de Machado. Esa presión de Washington nos ha dado un “mecanismo” para revisar las inhabilitaciones, proceso al cual acudió Machado y que aún está en curso. El resultado será crucial para Venezuela ¿qué significa si la habilitan? ¿qué hará Estados Unidos si no la habilitan? ¿qué pasa si Estados Unidos no hace nada?
Muchas incógnitas aún.
Noviembre
Noviembre y octubre estuvieron marcados por la disputa bien pública entre Venezuela y Guyana por el Esequibo. Mientras que los comunicados diplomáticos de Miraflores se enfocaban en culpar al imperialismo extranjero y acusar a Guyana de ser colonia de Estados Unidos, la realidad era muy distinta. Brasil y China, naciones con profundos intereses en que el Esequibo siga en manos de Guyana, seguían siendo curiosamente excluidos de todos los comunicados venezolanos. En este post del 28 de noviembre repasé el enredo de intereses extranjeros en la disputa, recordando que la propaganda de Venezuela es meramente propaganda electoral y hay poco interés real en el Esequibo.
Diciembre
Como sabemos, al chavismo no le importa el Esequibo y sus acciones siempre iban a ser meramente propagandísticas, buscando motivar a la base chavista y volver a encender las pasiones nacionalistas de muchos. Por eso dije que el gobierno celebraría su referendo del 3 de diciembre para medir la capacidad de convoctario de la maquinaria del PSUV y bueno, el resultado fue penoso. Los centros electorales vacíos le confirmaron al gobierno algo que ya sabían: Maduro no es popular. Si Maduro no es popular entonces no le será muy fácil ganar una elección, elección que el chavismo prefiere ganar que tener que robársela por conveniencia política y para asegurar que las sanciones no vuelvan. Si Maduro no puede ganar, ¿será que el PSUV tendrá que reemplazarlo? ¿Será que ni tendremos elecciones?
Estas dudas siguen vivas entrando a 2024 y hay mucha tela por cortar aún en estos meses, más con el jueguito reciente de Maduro de insinuar que el candidato del PSUV aún no está decidido.
Nuevamente, ¡gracias a todos por leer y apoyar este blog! Emocionado por seguir escribiendo a pesar de las dificultades típicas en Venezuela que todos entendemos y con las que tenemos que vivir.
Tengo planes para algunos cambios en Perpetuamente este año, incluyendo enviar versiones de audio de los artículos si prefieren escuchar en vez de leer, por los momentos no hay fecha concreta aún para nada pero espero poder compartir más con ustedes pronto.
¡Saludos y feliz año!