Precariedad perpetua
El miedo sigue siendo la orden del día y el PSUV no parece haber cambiado mucho desde 2018.
El lunes 24 de abril fue movido. En la madrugada, circulaban rumores de que Juan Guaidó se había refugiado en la embajada de Francia, supuestamente tratando de evadir una orden de captura en su contra de la cual había hablado el mismo Guaidó a principios de mes. Luego vimos el comunicado que publicó en sus redes sociales:
A pesar de que el comunicado no dice expresamente que se retirará de las primarias de la oposición, es difícil imaginar otro escenario. Pareciera que este es el momento en que el dirigente de Voluntad Popular toma la oportunidad de quedarse fuera de Venezuela, cediendo el liderazgo efectivo del partido camino a 2024 pero ya veremos qué nos depara.
María Corina Machado fue rápida en ofrecer palabras de apoyo a Guaidó, reconociéndolo no como un rival político sino como otra persona más en la lucha contra el régimen del PSUV. Curiosamente, a pesar de ser una crítica del gobierno interino encabezado por Guaidó desde 2019, Machado ofreció su apoyo antes que la Plataforma Unitaria Democrática, que esperó hasta la medianoche para publicar un tweet escrito a los golpes antes de rápidamente borrarlo y corregir un poco sus errores gramáticos. Para eso sí se apuraron.
La travesía de Guaidó no paró con su llegada a Colombia, eso fue solo el comienzo, ya que la Cancillería colombiana se dirigió a las redes sociales para inmediatamente negar que Guaidó sería recibido en la cumbre convocada por Gustavo Petro para el día de hoy. A este rechazo, el canciller colombiano, Álvaro Leyva, agregó lo que sonó como una posible amenaza de deportación para luego aclarar que Guaidó había sido escoltado hasta un vuelo comercial que lo llevó a Miami, Estados Unidos.
El mínimo exigible
En junio de 2022, Juan Guaidó fue agredido dos veces mientras hacía un recorrido por el país. Por horas, uno podía contar con una mano los políticos de oposición que habían ofrecido palabras de solidaridad o apoyo. En el momento publiqué un post sobre lo sucedido y sobre la falta de condena pública a la agresión que había recibido un político opositor, electo por la ciudadanía a la Asamblea Nacional, pueden leerlo abajo:
El punto de aquel post no era que uno tiene que apoyar a Guaidó, bien podemos tener quejas serias y molestias reales por su estrategia y administración del gobierno interino desde que estuvo al mando del mismo. El punto tampoco era que tenemos que paralizar lo que hacemos para sentirnos mal por lo que le sucedió. El punto era que no debería costarle nada a sus colegas denunciar agresiones físicas en su contra, agresiones de las cuáles bien podían llegar a ser víctima cualquiera de ellos.
Han pasado 10 meses y la mayoría de la oposición aún no puede hacer el mínimo exigible para demostrar un poco de unidad y rechazar la persecución política de uno de sus compañeros, aunque sea de un partido rival.
Condenar los abusos del régimen contra un político no implica apoyar a ese político, eso debería quedar bien claro. Pero es el mínimo que pueden hacer las personas que se la pasan hablando al vacío hasta el cansancio sobre la importancia de defender los derechos de los venezolanos. Guaidó es uno de esos venezolanos y sus derechos valen también, sin importar si lo quieren mucho o no. La aplicación desigual de principios éticos es una de las tantas cosas que se le reprocha continuamente al chavismo, quienes criticamos por favorecer a sus preferidos por encima de la mayoría de los venezolanos. No seamos hipócritas ahora.
Preocupante similitud
¿Ustedes recuerdan las razones por las cuáles la oposición se abstuvo de las presidenciales de 2018?
La principal era que la elección había sido convocada (y su fecha establecida) por la Asamblea Nacional Constituyente, ente que no tiene dicha potestad legalmente. Además de eso, se criticó fuertemente la ausencia total de condiciones justas para las elecciones, con la persecución política siendo una de las principales quejas y la anulación de Voluntad Popular de participar en las elecciones la última muestra de que el gobierno haría toda trampa necesaria para preservar el poder.
Aquí estamos, más de cinco años después de aquel momento y el régimen parece ser el mismo monstruo del 2018.
Lo que le ha ocurrido a Guaidó es una muestra adicional de la precariedad perpetua en la que existe la oposición en Venezuela. No importa de quien hablo, sea Voluntad Popular, Vente Venezuela o incluso el Partido Comunista, cualquiera está al alcance del régimen, cualquiera puede caer así sea por la razón más pendeja.
Mientras más nos acercamos a las elecciones (que nadie sabe cuando serán), más incrementarán las acciones anti-democráticas del régimen de Nicolás Maduro. Quien sea que resulte electo en la primaria de la oposición tendrá que escalar una montaña de desafíos absurdos. Divididos no vamos a lograr nada, está pasada la hora de entenderlo.
Hay quienes aún piensan que si agachan sus cabezas y se quedan quietos todo estará bien. Hay quienes creen que si no desafían al poder nacional y solo compiten por municipios “seguros” todo estará bien. Hay gente que evita usar lenguaje fuerte al hablar del PSUV o evita mencionar a Maduro en sus comunicados mal escritos publicados en Twitter y creen que todo estará bien. Viven en una fantasía. Así como van por Guaidó irán por el próximo, así como anulan otros partidos anularán el tuyo. Mientras el costo por cometer acciones anti-democráticas no se eleve, el gobierno no tiene una razón para dejar de tomarlas. Divididos y con la mitad jugando a ser el “niño bueno” no vamos a llegar a ningún lado, no importan cuánto nos digan algunos “analistas” que se puede confiar en el régimen.
Levantar la voz por los derechos de los ciudadanos es lo más fácil que le tocará hacer al candidato presidencial de la oposición. Si no puede hacer eso, ¿qué podemos esperar cuando la cosa se ponga difícil de verdad?
La realidad es el bate que quiebra cualquier fantasía, quien quiera vivir dentro de la jaula mejor que se aleje de la política mientras aún se les permite.
La bisagra es esta quizas la mas grande. Los de antes aun estan y los de siempre esta aun muy fuertes, entonces la bisagra se vuelve muy blanda y grande.