Panorama electoral: Estados Unidos 2022
En una semana se celebrarán las elecciones intermedias en Estados Unidos, los 435 asientos de la Cámara de Representantes, 35 asientos del Senado y 39 gobernaciones están por decidirse.
El martes 8 de noviembre se celebrarán las elecciones intermedias de Estados Unidos, midterms por su nombre en inglés. Va a ser un día importante ya que se decidirá la totalidad de los 435 asientos de la Cámara de Representantes, 35 asientos del Senado, 36 gobernaciones de estados y 3 gobernaciones de territorios, entre otros cargos a todo nivel de la política nacional. Este post será un breve repaso al panorama general con algunos puntos clave de cada elección importante.
Muchos sin duda verán las elecciones como un tipo de referendo sobre la presidencia de Joe Biden, en específico, y sobre la gestión del partido Demócrata, en general.
Para mejor entender qué está en juego, será útil recordar el panorama actual.
¿Cómo están las cosas entrando a las elecciones?
El Congreso está increíblemente parejo en ambos niveles. La Cámara de Representantes ve a los Demócratas en mejor posición con una mayoría de 220 representantes contra los 212 del partido Republicano (3 asientos se encuentran vacantes por diversas razones). Por otro lado, el Senado está casi perfectamente dividido, los Demócratas tienen a 48 Senadores electores mientras que los Republicanos cuentan con 50. Esto favorece ligeramente a los Demócratas ya que hay dos Senadores independientes que votan con su bloque mientras que cualquier voto 50-50 es desempatado por el voto de la Vicepresidente Kamala Harris.
Las gobernaciones están más inclinadas hacia los Republicanos, quienes cuentan con 28 gobernadores actualmente contra los 22 de los Demócratas. Sin embargo, igual que el Senado, no se estarán eligiendo todas las gobernaciones, sólamente se votará por 36 de ellas. De aquellas 36 por elegir, los Republicanos controlan 20 y los Demócratas las otras 16.
Algunos puntos clave en cada tipo de elección
Aquí algunos puntos claves sobre cada tipo de elección, divididos entre: Cámara de Representantes, Senado y Gobernaciones
Cámara de Representantes:
En junio, tras la revocación de Roe v. Wade, escribí que los Demócratas tenían una buena oportunidad de utilizar la decisión para fomentar apoyo electoral entre su base pro-aborto legal. Ahora, a una semana de las elecciones, parece que la oportunidad ha sido desperdiciada.
FiveThirtyEight proyecta que la Cámara de Representantes favorecerá a los Republicanos. El modelo más reciente le da a los Republicanos un chance del 80% de obtener entre 213 y 246 asientos. Recordemos que la mayoría en la Cámara es de 218 asientos.
270ToWin pone a los Republicanos sacando una mayoría de 223 a 202 en su modelo más reciente.
Senado:
En el Senado se escogen 35 de 100 asientos.
De los cargos por elegir, 14 se encuentran en las manos de Demócratas, mientras que 21 son asientos Republicanos.
Para Politico, las carreras clave son por los asientos de: Pensilvania, Georgia, Wisconsin y Nevada.
Las cosas en Pensilvania, entre el Republicano Mehmet Oz y el Demócrata (actual vice-gobernador del estado) John Fetterman, están bastante cerradas, en una de las elecciones más particulares que hemos visto en años. Mientras más nos acercamos a la fecha, menos claro se vuelve el posible ganador, pero The Hill pone a Fetterman por encima.
FiveThirtyEight ve la carrera por el Senado bien pareja. Los chances de una mayoría siguen fijos cerca de 50% para cualquiera de los dos bandos.
Los Republicanos tienen una posición interesante aquí, deben aguantar cada uno de los asientos que tienen actualmente y ganarle uno a los Demócratas para asegurar la mayoría.
El Senador Republicano de Pensilvania, Pat Toomey, opina que su partido tiene buenos chances de quedarse con sus actuales asientos y sacar ventaja en por lo menos uno de Georgia, Nevada o Arizona.
En Georgia, la carrera por el Senado es entre el Demócrata Raphael Warnock y el Republicano Herschel Walker. Warnock es, actualmente, Senador por Georgia, habiendo vencido a la Republicana Kelly Loeffler en las elecciones pasadas. Walker, por su parte, es una estrella del fútbol americano, que se ha visto bastante manchado por controversias recientes que valen la pena conocer. Georgia podría ser, nuevamente, un estado clave.
Gobernaciones:
De los 36 estados cuyas gobernaciones se decidirán este noviembre, 20 están bajo control de los Republicanos, mientras que 16 están en manos de los Demócratas.
FiveThirtyEight proyecta que Massachussetts y Maryland pasarán a los Demócratas, mientras que los Republicanos tienen chance en Nevada, Wisconsin y Oregon.
270ToWin proyecta que 14 estados caerán a favor de los Demócratas, mientras que los Republicanos deberían poder contar con unos 17, cinco otras elecciones aún están muy cerradas para predecir.
Arizona podría ser una elección interesante con la Republicana Kari Lake y la Demócrata Katie Hobbs bastante parejas para llevarse el estado. Arizona también podría ser una de las excepciones donde el partido que se lleve la gubernación quizás no se lleve el Senado. Mientras que Lake tiene buenas oportunidades para asegurar la gobernación, el candidato Republicano al Senado, Blake Masters, se enfrenta a un difícil desafío.
¿Qué consecuencias podemos esperar?
Si las proyecciones terminan dándose de la forma que FiveThirtyEight y 270ToWin sospechan, veremos a un gobierno Demócrata bastante debilitado. Joe Biden seguiría siendo Presidente, pero al perder la Cámara de Representantes y la paridad del Senado tendría las manos bien atadas legislativamente.
De presentarse una estrecha ventaja numérica para los Republicanos, que parece ser lo más probable, eso no significa que la tendrían fácil y podrían legislar de la forma que quieran. Joe Biden seguiría siendo Presidente y es esta oficina que tiene el poder de vetar cualquier acto legislativo que emane del Congreso. Ciertamente, el Congreso puede dejar un veto presidencial sin efecto pero para ello deberán aprobar el acto vetado con una mayoría de las dos terceras partes (288 votos) y… pues, es dudable que lleguen a alcanzar esa cantidad de votos sin pre-acuerdos con los Demócratas.
Si los Republicanos logran imponerse por la mínima en estas elecciones intermedias veremos el uso de una estrategia política clásica, común y empleada por todos en aquella posición: el estancamiento. La administración de Biden será serveramente limitada por un Congreso Republicano que, más que buscar pasar legislación propia, tratará de asegurar que Biden no pueda obtener triunfos legislativos importantes. La idea será hacer quedar mal a Biden bloqueando todas las propuestas legislativas de su partido para poder llegar a las elecciones de 2024 y decir: “Biden no hizo nada, fracasó en todos los frentes”.
Eso no significa que dejaríamos de ver avances legislativos, claro que los habría, pero cada votación sería una guerra más atrincherada que la que existe actualmente. Así, los Republicanos prepararán el terreno para las elecciones de 2024 donde se volverán a elegir los 435 asientos de la Cámara, otros 33 asientos en el Senado y— por supuesto — la misma presidencia.