La primaria, riesgos y estrategia: Henrique Capriles Radonski
Capriles parece pensar que será habilitado si se porta bien públicamente pero sus intentos de apaciguar al gobierno le robarán cualquier oportunidad de ser presidente.
Cada día estamos más cerca de la primaria opositora para elegir el candidato que enfrentará a Nicolás Maduro en la elección presidencial de 2024. Lastimosamente, abundan los rumores de que las elecciones presidenciales pueden ser adelantadas o que, incluso, pueden terminar siendo mezcladas con las elecciones legislativas de 2025 en una sola gran “megaelección”. El nombramiento de los nuevos rectores del CNE puede ser un precursor a esto pero, por los momentos, solo son rumores.
Mientras tanto, los dos candidatos más populares de la oposición (por lo menos así parece), María Corina Machado y Henrique Capriles, están inhabilitados. Aún así, ninguno ha renunciado a su candidatura a la primaria o para la presidencial. Ambos tienen ideas sobre cómo resolver este problema y, como es de esperarse, ambas estrategias son bastante distintas.
Obviamente yo no se lo que piensan los candidatos, solo ellos saben lo que creen, pero sus palabras y acciones revelan suficiente información sobre sus intenciones como para identificar sus planes a lo macro.
Trataré a ambos candidatos por separado, esta semana veremos la estrategia de Capriles, su visión de si mismo y los riesgos que esto le traerá para la semana que viene hacer lo mismo con Machado.
Henrique Capriles Radonski
La narrativa
En 2018, Capriles dijo que la Unidad debería elegir un candidato por medio del consenso para medirse en la elección presidencial de aquel año. Capriles agregó a su comentario que, en su opinión, lo mejor era que “esa persona sea el capitán de nuestro equipo”. Él no se ofreció para llenar esa posición, ya que para el 2018 ya estaba inhabilitado, pero dijo que no se podía “dejar al país sin opciones”.
Cuando la primaria opositora fue anunciada en junio de 2022, empezaron los rumores de que Capriles buscaría ser el candidato, pero que se negaría a participar en la primaria. Capriles, contestando directamente a las acusaciones de Leopoldo López de que él y Manuel Rosales querían la vía del consenso en vez de primarias, le dijo a Runrunes que la primaria era necesaria. En la misma entrevista del 5 de febrero de 2023, Capriles mencionó que él estaba inhabilitado y no sabía si sería candidato. Tan solo 23 días después, Primero Justicia lo anunciaría como su candidato a la primaria de la Plataforma Unitaria.
Capriles ha repetido, en varias ocasiones, el mantra de que Venezuela necesita un “capitán” de equipo, “no un caudillo”. Esta visión de si mismo como organizador, líder y tendedor de puentes es algo que él ha tenido por más de una década ya. A pesar de aún criticar al gobierno, Capriles ha pasado por una época de “moderación” del lenguaje, especialmente aquellos años 2020-2022 donde parecía haber rendido cualquier esperanza de remover al PSUV de Miraflores.
Durante su campaña camino a la primaria, Capriles ha jugado con esta moderación, basando la mayoría de sus comunicaciones públicas en venderse como el candidato del “encuentro”. Incluso, Capriles mencionó hace unos días que el país “no necesita un vengador. Necesita un constructor.”, presuntamente haciendo referencia a que (de ser elegido) él no perseguirá a las autoridades del chavismo. Es aquí donde radica parte importante de su estrategia para ser el “capitán” de la oposición camino a 2024.
La estrategia y sus problemas
No dudo que Capriles está haciendo lo posible para lograr el levantamiento de su inhabilitación por vías alternas, mientras que en la vía pública trata de presentarse de forma extrañamente similar a Antonio Ecarri, un conciliador que no es “juez” ni “detective”. Públicamente, la idea de Capriles es mostrarse como la alternativa menos amenazadora para el chavismo, quiere hacerse potable en búsqueda de su habilitación política para ser el candidato unitario de la oposición camino a 2024.
El problema con esto es que es una estrategia bastante ilusa. El gobierno tiene todo el poder concentrado en sus manos y Capriles les está pidiendo que lo habiliten para que él sea el candidato y, a cambio, él promete no perseguirlos si gana. Pregunto, ¿qué tipo de acuerdo es ese? ¿Si yo soy el gobierno y tengo todo el poder por qué carajo yo tomaría ese riesgo? Mejor dejo a Capriles inhabilitado y me ahorro el riesgo y ya. En la realidad que habita Capriles, Maduro está dispuesto a perder el poder porque Capriles le dio su palabra de que no habrán consecuencias…
En mi opinión, esta postura elimina a Capriles como opción para la primaria. Si le damos el beneficio de la duda y presumimos su buena fe, Capriles queda como un iluso que cree que suplicándole al régimen va a obtener lo que quiere. Por supuesto, la interpretación de mala fe es que Capriles es un arrodillado y ya, dispuesto a dejar a Maduro en el poder mientras él pueda ser el candidato en la manera que él quiere.
Dudo que Capriles tenga el apoyo necesario para ganar la primaria y creo que esto es algo que él sabe. Sospecho que Capriles está apostando a que será habilitado antes del 22 de octubre, dándole así la oportunidad de presentarse como el candidato “natural” de la oposición. Su objetivo aquí sería unificar el voto de su base firme con los votos de aquellos que estaban pensando en votar por él o por Machado pero no estaban decididos por el tema de la inhabilitación. Dicho esto, la habilitación podría jugarle en contra. Sería fácil para Machado usar la situación de Capriles como “prueba” de que él es el candidato preferido por el régimen y decir que no podemos permitir que Maduro elija el candidato opositor. La consecuencia podría ser más apoyo para Machado que se vería como la opción “legítima” ya que lo de Capriles olería a “pacto” con el PSUV.
No espero que veamos mucho cambio en su forma de comunicarse con los electores en el caso de que Capriles gane la primaria aún estando inhabilitado. Es posible que se vuelva más asertivo en sus discursos, quizás agresivo y todo, pero creo que eso solo duraría unos momentos y lo veríamos volver a la blandeza “moderada” buscando ser habilitado.
Ahora, entendiendo que Capriles busca esa habilitación para “salvar” sus posibilidades electorales en la primaria, es importante preguntarse:
¿Realmente existe un universo donde el gobierno habilita a Capriles previo a la primaria?
Sí, sí existe. Si yo soy Maduro y quiero evitar el posible efecto desestabilizador de una victoria de Machado, creo que consideraría habilitar a Capriles. La evidente preferencia llevaría a mayores luchas internas en la oposición, envenenando la posibilidad de unidad entre las dos facciones más importantes en la Plataforma Unitaria el día de hoy: Vente y PJ.
Existe un riesgo de que la oposición se unifique alrededor de un Capriles habilitado pero, considerando lo golpeada que está su imagen, creo que el beneficio de desestabilizar aún más a la oposición vence por mucho el riesgo de unidad detrás de un candidato habilitado. En caso de que la oposición se unifique con Capriles como el “capitán”, Maduro puede volver a inhabilitarlo y ya.
¿Podría Capriles ser habilitado después de la primaria?
Creo que esta es la mejor decisión que podría tomar Maduro para avanzar sus propios intereses. Esperar a que pase la primaria, gane Machado y luego habilitar a Capriles sería tremendo desastre. La gente se pelearía sobre el significado de la habilitación. Algunos dirían que hay que apoyar a Capriles porque, aunque haya perdido la primaria, él sí se podrá inscribir en la presidencial. Otros dirían que eso es justo lo que Maduro quiere, que Machado ganó la primaria y por ende hay que seguir apoyando su candidatura y habilitación.
Sería un desastre, algo muy bueno para el gobierno.
Cuesta arriba
Inhabilitado o no, la percepción de Capriles como iluso o, quizás, colaborador es algo que le pesará mucho camino a la primaria, sin mencionar todo el bagaje que el hombre arrastra consigo desde las elecciones de 2012 y 2013. Su intento de ser moderado lo ha hecho ver blando, algo débil quizás, el camino medio entre Antonio Ecarri y María Corina Machado. Dudo que eso sea lo que la gente en Venezuela está buscando en 2023.
Yo no creo que Capriles sea malo, sí creo que quiere sacar a Maduro del poder, pero dudo que sea capaz de enfrentarse a esa tarea. Creo que la situación le ha quedado grande y es incapaz de adaptarse a la realidad política y fáctica del país.
En democracia, hubiese sido un político muy exitoso, pero esa no fue la Venezuela que le tocó.