La paz en Ucrania aún se ve lejana
Los incentivos de los combatientes para negociar una paz no se han alineado aún, con ningún bando dispuesto a aceptar las condiciones del otro.
Ya han pasado 15 meses desde la madrugada de aquel 24 de febrero que Rusia escogió para ejecutar su “operación militar especial” contra Ucrania. Lo que inició como una misión “rápida” con la intención anunciada de “proteger a las minorías rusas en el Donbás y Donetsk” se volvió una guerra a gran escala de ambiciones imperialistas, públicamente confesadas por Vladimir Putin en sus discursos y en reuniones políticas.
Que la invasión sería una guerra a gran escala debió haber quedado claro esa misma madrugada cuando Putin anunció su intención de “desnazificar y desmilitarizar” el estado ucraniano, algo que claramente solo se logra acabando con toda capacidad de la víctima para defenderse.
Los avances iniciales de Rusia fueron sorprendentes para muchos. Tropas rusas invadieron desde los territorios ocupados desde 2014 en el occidente, en el norte cruzaron la frontera desde Bielorrusia y paracaidistas de las fuerzas VDV aterrizaron en el Aeropuerto de Hostomel, cerca de la capital ucraniana de Kyiv. Las cosas se veían complicadas para Ucrania.
Pero pasaron días, semanas, meses y finalmente un año y Rusia se ve más lejos de sus objetivos de lo que estuvo aquel día. Desafortunadamente, la paz se ve lejana también ya que Rusia se negará a aceptar propuestas ucranianas y Ucrania no tiene razón para aceptar las exigencias de Moscú.
Tras la ofensiva rusa de invierno, las cosas en el frente se han estancado en gran parte debido a la falta de recursos para llevar a cabo operaciones de gran escala y las dificultades climáticas y geográficas que presenta la primavera ucraniana. A principios de abril escribí un post sobre la situación a ese momento y sobre las batallas de Vuhledar y Bakhmut:
La situación real
Mucho ha cambiado desde que Carl Von Clausewitz escribió su manual Vom Kriege (De la Guerra) en 1832, pero muchas de sus observaciones sobre la naturaleza estratégica siguen vivas y relevantes. El momentum es crítico en las operaciones militares y Rusia ha perdido el suyo en un par de ocasiones.
En el mapa de arriba podemos ver en rojo el territorio que Rusia ha capturado desde febrero 2022, en rojo-morado vemos el territorio que Rusia ha controlado desde su invasión clandestina en 2014 y en verde vemos todo el territorio que Ucrania ha recuperado desde el inicio del conflicto.
Rusia lleva rato siendo empujada hacia atrás de forma progresiva, lenta pero segura, exceptuando cuando perdieron cantidades absurdas de terreno en la contra-ofensiva ucraniana de septiembre 2022 en solo dos semanas en las regiones de Kharkiv y Kherson.
Por meses, los rusos se han dedicado a construir defensas en las posiciones que controlan e incluso en territorio de Rusia. Estas defensas son profundas e incluyen cadenas extensas de trincheras, campos minados, trampas anti-vehículos, etc. como se puede ver en este ejemplo del analista Pasi Paroinen:
En la imagen satelital podemos ver la red de trincheras y defensas que han sido construidas por los rusos quienes claramente se encuentran preocupados de que perderán territorio, algo que no habla bien de las capacidades ofensivas de Rusia y que puede ser una buena seña para Ucrania.
Esta imagen viene de la región de Zaporizhzhia, para entender mejor donde queda lo que estamos viendo he dibujado un rectángulo marcándola en el mapa:
Hemos visto imágenes de redes defensivas similares a lo largo de la línea de contacto (frente de combate entre fuerzas de Ucrania y Rusia), lo que puede indicar que, para Rusia, el objetivo ha pasado ser la defensa de lo que han podido agarrarse. Por supuesto, Ucrania prefiere que esto no siga siendo así, ellos quieren recuperar su territorio pero se ve poco probable que Rusia esté dispuesta a levantar las manos e irse sin nada.
Pero, ¿por qué han tomado esta posición defensiva? ¿Por qué no puede avanzar Rusia?
Hay una cita del general Omar Bradley que es bien famosa y nos da luz a la situación actual del agresor: “Los aficionados hablan de estrategia. Los profesionales hablan de logística.”
La logística
Rusia no parece tener la capacidad para avanzar en estos momentos y asegurar una victoria militar decisiva. Desde hace meses, mercenarios del grupo Wagner se han quejado constantemente de la falta de municiones de artillería para asistirlos en su lucha por la ciudad de Bakhmut.
Las quejas de Wagner se han vuelto increíblemente públicas y su líder, Yevgeny Prigozhin, ha vociferado críticas al Ministerio de la Defensa ruso y al Estado Mayor de las Fuerzas Armadas que, bajo ley rusa, son ilegales y han llevado a la detención y desaparición de muchos otros.
Aunque Wagner hace parecer que el Ministerio de la Defensa los quiere dañar a ellos en particular, los problemas logísticos se extienden a las fuerzas regulares rusas a lo largo de todas sus posiciones, con quejas saliendo por canales de Telegram casi cada día. La incapacidad rusa de abastecer sus tropas empeorará en los días siguientes considerando que Ucrania abrió el mes de mayo destruyendo depósitos de municiones, combustible y otros insumos necesarios para Rusia detrás de la línea de contacto.
Estos ataques a las líneas de abastecimiento rusas parecen indicar que Ucrania se encuentra preparando una contra-ofensiva, de la cual se ha hablado bastante públicamente, y están asentando las bases para debilitar las posiciones defensivas rusas antes de que inicie cualquier ataque.
Sin municiones, sin combustible, sin agua, comida, vehículos de extracción, etc. se vuelve muy difícil defender de un asalto. Esta es la posición en la que Ucrania quiere tener al agresor ya que es preferible que el rival se retire de sus posiciones por miedo a perder la vida a que permanezcan ahí y traten de resistir el ataque.
Meses de estancamiento
El frente ha sido bastante estático por varios meses con la mayoría del combate ocurriendo en las ciudades de Vuhledar y Bakhmut a lo largo del invierno. La ofensiva rusa en Vuhledar fue la última operación de gran escala y ocurrió en febrero, como escribí el mes pasado fue un fracaso rotundo y la situación de abastecimiento ha reducido a Rusia a tratar de llevar a cabo operaciones pequeñas de avances progresivos en Bakhmut.
Hasta el día de hoy, hemos tenido reportes de contra-ofensivas localizadas llevadas a cabo por fuerzas ucranianas en ciertas zonas de Bakhmut, lo que ha llevado a muchas unidades rusas a abandonar sus posiciones según información de fuentes ucranianas y también de fuentes pro-rusas. Esto puede indicar que la situación de estancamiento puede estar llegando a su fin, no porque Rusia haya logrado resolver sus problemas logísticos, pero porque Ucrania ha resuelto los suyos y está retomando el momentum a su favor.
La dificultad de alcanzar los objetivos
Como vimos arriba, las defensas rusas son extensas y profundas y han sido construidas en todas partes de la línea de contacto:
Para Ucrania, superar estas defensas y retomar la mayoría del Donbás, Donetsk y Crimea será muy difícil y requeriría una superioridad en armamento considerable por encima de Rusia que lleva preparando algunas posiciones defensivas desde 2014.
Por esta razón hemos visto a Ucrania ser tan insistente en que necesita aviones a la hora de solicitar asistencia militar. Asegurar superioridad aérea les daría tremenda ventaja a la hora de correr a los rusos de sus posiciones pero, a pesar de que hay progreso en la entrega de aviones de combate, parece que todavía falta potencia y tiempo para preparar una operación de tal magnitud. Polonia y Eslovaquia son los primeros países de la OTAN en prometer entregar aviones a Ucrania mientras que Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido continuan cumpliendo sus promesas de entregar tanques de combate y carros blindados.
De todas formas, Ucrania quiere su territorio de vuelta y cree que puede tomarlo. Rusia no quiere ceder nada que ya controla y el alto mando político sigue soñando con remover al gobierno de Volodimir Zelensky. En otras palabras, ambos creen que aún pueden lograr “ganar”.
En el caso de ambos, una victoria militar tardará mucho tiempo y podría terminar extendiendo la guerra varios años más. Claro, Rusia podría terminar la guerra hoy mismo diciendo que se van pero el orgullo de Moscú y el miedo de Putin a ser “reemplazado” son muy grandes y no van a permitir un escenario como este, por lo menos no aún.
Ambos entienden que les será muy difícil lograr esa victoria militar total pero, similarmente, ambos entienden que el rival se encuentra en una posición similar. Por eso, ninguno cree que puede perder en este momento y eso hace menos probable que busquen negociar una paz seria.
La situación cambia todos los días, es posible que en las próximas semanas veamos operaciones de gran escala ejecutadas por Ucrania a partir de los logros de esta semana en Bakhmut, serán cruciales para determinar el futuro inmediato de la guerra y dictarán el momentum por los próximos meses.
Por otro lado, esta semana escribí para Caracas Chronicles sobre la purga que sigue ejecutando el gobierno de Nicolás Maduro y cómo sus acciones demuestran un miedo profundo sobre su falta de popularidad. Pueden leer el artículo aquí.