El voto de la diáspora y la falta de iniciativa
Con fecha de la primaria anunciada aún hay cosas por resolver que se han dejado para último momento.
La ola migratoria venezolana que ha llevado a más de siete millones de personas a irse del país no comenzó ayer. El estudio de la diáspora, incluyendo sus tendencias migratorias, ubicaciones más densas y edades promedias lleva por lo menos una década de progreso. Eso significa que los políticos de oposición han tenido una década para entender la importancia de la diáspora desde el punto de vista estratégico y constitucional.
Claramente no fue suficiente tiempo para ellos.
El día miércoles, 15 de febrero, la Comisión Nacional de Primaria anunció que la fecha para la elección del candidato único de la oposición tradicional será el 22 de octubre de 2023. Después del acto, la Comisión publicó el cronograma que gobernará el proceso, el cual contiene mención sobre la redacción de un “Reglamento Voto en el Exterior” que debería estar listo para el 21 de abril pero no tenemos ningún plan propuesto por los momentos sobre la forma en que se llevaría a cabo dicha hazaña.
Algo importante a recordar es que la elección primaria no tiene nada que ver con las elecciones legalmente organizadas por el CNE como ente ejecutor del Poder Electoral. La primaria es un ejercicio democrático completamente libre bajo el control directo de la Plataforma Unitaria Democrática (por medio de la Comisión), por lo cual no necesitan hacer uso de la infraestructura propia del CNE.
Por ello, asegurar el voto de la diáspora en la primaria no requiere la cooperación del CNE ni de Nicolás Maduro, solamente requiere la organización de la oposición y tener un poco de voluntad para llevarlo a cabo. Aún así, ninguno de los precandidatos que aspiran a participar en la primaria se dedicó a elaborar un plan viable para el voto de la diáspora y muchos de ellos se han quedado bastante callados al respecto recientemente.
Tampoco pueden pretender que el tema lo han ignorado siempre:
Henrique Capriles escribió un ensayo sobre ello en 2018, sin tocar el tema de cómo asegurar los derechos de esos venezolanos; Juan Pablo Guanipa utilizó la falta de participación de la diáspora como una de las razones por las cuáles no se podían reconocer las elecciones presidenciales de 2018; Carlos Ocariz mencionó el voto de la diáspora cuando dio sus sugerencias para las cosas que la Plataforma Unitaria tenía que ir a negociar en México el año pasado pero aún no lo veo con un plan práctico y ejecutable; María Corina Machado tardó bastante en aparecer por este frente pero alzó su voz a favor en julio de 2022, lástima que estamos en febrero y aún no ha presentado ningún plan para hacer esto posible; Benjamín Rausseo comenzó a existir políticamente hace unas semanas y no ha aportado mucho a la conversación; Juan Guaidó quizás es uno de los casos más interesantes ya que el año pasado afirmó que la diáspora participaría en las primarias pero ni él ni Voluntad Popular han adelantado una propuesta para hacerlo factible.
Esta gente quiere alcanzar el poder político, esta gente habla sobre sus ambiciones para hacer valer los derechos de los venezolanos pero no se han esforzado para lograrlo en un frente donde ellos controlan las condiciones, ¿como posiblemente se enfrentarán a Maduro en un escenario donde no tienen el mismo nivel de control?
¿Cómo se organizaría la participación de la diáspora?
Como resalté arriba, no se necesita la benevolencia de Maduro o el CNE para poder llevar a cabo una elección primaria con el voto de los venezolanos en el extranjero, solo hace falta un plan claro y las ganas para hacerlo realidad.
Confieso que el cómo era mi duda más grande por mucho tiempo hasta que vi una explicación que ofreció el economista y profesor de la UCAB, Omar Zambrano:
En el hilo, Zambrano comenta que la oposición venezolana podría constituir mesas electorales por cuenta propia, donde dichas mesas están integradas por electores que servirán como organizadores del proceso. El caso que Zambrano utiliza para demostrar la factibilidad de tal escenario es el de las elecciones presidenciales de Perú disputadas en 2016 entre Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski. En este informe elaborado por el Jurado Nacional de Elecciones podemos ver, en detalle, el esfuerzo impresionante llevado a cabo en Perú para asegurar la participación de los ciudadanos que se encontraban en el extranjero.
Como dice Zambrano, los problemas que enfrenta esta propuesta son posibles de resolver, solo hace falta voluntad.
¿De qué sirve la participación de la diáspora?
El otro día, Jorge Roig Navarro hizo pública una duda que quizás muchos tengan:
Sí, las elecciones de 2024 serán con el CNE y sus propias reglas, esto se debe a que la oposición no está en situación alguna para exigirle conceciones al régimen pero incluir a la diáspora en la primaria va más allá de simples aplicaciones estratégicas.
El voto es un derecho de los venezolanos por mera virtud de ser venezolanos. La Constitución no impone la presencia en el territorio nacional como una condición para ejercer este derecho político fundamental por lo cual los venezolanos en el extranjero deberían poder participar libremente en procesos electorales. Es cierto que para los procesos electorales nacionales regidos legalmente por el CNE el voto en el exterior debe operar por medio de la infraestructura diplomática y consular de Venezuela.
Pero la primaria, una vez más, no es uno de esos procesos. La primaria es una de las pocas elecciones en Venezuela donde las fuerzas democráticas tienen una gran oportunidad para hacer las cosas bien, entonces vale la pena aprovecharlo.
La gente que se ha tenido que ir de Venezuela tiene derecho a participar y a expresarse, su opinión y voto importan como la opinión y voto de todos los venezolanos. La oposición tiene una oportunidad de demostrar que no harán las cosas como lo hace el PSUV, por mera conveniencia política. Tienen esta oportunidad para demostrar que sí cumplirán con su deber (autoimpuesto) de defender los derechos de todos.
Falta de iniciativa
Dicho eso, es 2023 y ninguno de los precandidatos o sus partidos políticos ha presentado un plan claro para llevar a cabo la primaria con el voto de la diáspora. Bien es cierto que es responsabilidad de la Comisión Nacional de Primaria organizar el proceso pero no puedo concebir como esta gente tiene tan poco interés en su propia ambición presidencial.
Si yo me estoy lanzando a presidente y quiero que la gente en el exterior vote por mi entonces idearía un plan práctico para ese fin y se lo propondría a la Comisión y a la opinión pública. Nadie ha elaborado ese plan y por supuesto nadie lo ha hecho entendible/digerible para vendérselo al electorado.
Es genuinamente impresionante ver como esta gente que quiere ser presidente de Venezuela se sienta a ver si los demás les resuelven los problemas logísticos.
Hay sospechas de que a algunos no les conviene que la gente en el extranjero vote y por eso no se han movido para hacer algo al respecto. Esa mierda la hace el régimen, esa es la razón por la cual no se ha actualizado el Registro Electoral en el exterior. Comportarse así es mantener la misma postura asquerosa de los opresores porque quieres ganar una primaria. Ridículo.
Por el otro lado, es fácil imaginar que a María Corina Machado sí le conviene el voto de los venezolanos que están afuera, esto debido a que ella y su partido han (recientemente) insistido en la necesidad de la participación electoral de la diáspora. Entonces, ¿dónde carajo está la propuesta? No me refiero a decir “quiero que voten”, eso no es suficiente. Tienes que tener una idea clara de cómo van a votar y luego tienes que venderla públicamente. Haz una presentación PowerPoint, un PDF, un afiche en Canva. Algo.
Imaginen cuando la Comisión publique el Reglamento que están redactando y a Vente Venezuela no le parezca suficiente. No duden que tendrán el descaro de quejarse si no les gusta.
Cinco años para prepararse para este momento y los que pretenden que les importa están callados y a los que les convendría no se han movido. Está difícil la cosa.